Desde la antigüedad la arquitectura tenía en cuenta el uso de la luz solar y su aprovechamiento para la construcción de viviendas, templos, hospitales y demás, con la aparición de diferentes fuentes luminosas de cualquier tipo sobre todo durante el siglo XX y gracias a la energía eléctrica, se empezó a tener menos en cuenta la luz natural ya que era posible iluminar cualquier espacio por más cerrado que estuviera, tomando mayor protagonismo la iluminación artificial. Pero esto ha cambiado en la actualidad, como causa de los problemas ambientales en el día de hoy es muy necesaria la iluminación natural por diferentes temas incluyendo uno de los más importantes como es el ahorro de energía, además de poseer positivamente beneficios psicológicos y fisiológicos para el ser humano.
Sistemas de luz natural
Teniendo en cuenta que la luz natural es vital dentro de la construcción se debe contar con expertos en arquitectura bioclimática para aprovechar mejor aún este recurso. El exceso de luz natural puede resultar en un deslumbramiento y esto nos puede generar efectos negativos para los usuarios de un edificio como por ejemplo una mala visibilidad, por lo tanto, es importante controlar la cantidad de luz que entra dentro de una habitación (en especial la que entra a través de una ventana de fachada) o un espacio en particular, además el sistema de luz natural que se utilice sea una claraboya o lucernario debe contar con un gran aislamiento térmico para evitar que el calor o frio dentro se pueda “salir” y esto nos genere un esfuerzo en nuestro sistema de climatización que nos dará como resultado negativo un aumento en el consumo de energía.
La luz cenital es ideal para espacios que requieran mayor luminosidad
Podemos utilizar lucernarios y claraboyas para aprovechar este recurso, la luz cenital juega un papel clave ya que por medio de una apertura en el techo o cubierta nos proporciona una mayor iluminación dentro de un espacio aportando una mayor cantidad de luz solar con calidad, para conseguir un eficiente ahorro energético podemos limitar el uso de la luz eléctrica dentro de un edificio así como su atenuación, si hacemos un buen trabajo mixto de la luz eléctrica con la luz natural podemos reducir nuestro ahorro en energía hasta en un 30% y también aumentar la vida útil de nuestras instalaciones eléctricas.
Estudios demuestran que dentro de todos los beneficios que nos brinda la luz natural, además del ya mencionado con el ahorro de energía, encontramos un aumento de la productividad, concentración y menor absentismo laboral de los trabajadores en los lugares de trabajo, debido al aumento del confort en el lugar. Por lo tanto, para las empresas hoy en día adquirir sistemas de iluminación natural no se mira como un gasto, si no en cambio una inversión y un retorno de la misma a corto y mediano plazo.
Juan Sebastian Rodriguez- Ejecutivo comercial de Sovena S.A.S